Sí, en medio café de la tarde (ojo que tomo café temprano), se me empezaron a llenar los ojos de gotitas saladas cuando abrí la ventana esa con Al Hueco, el nuevo video de 424…
Me encanta René Magritte hasta la médula porque es la materialización de la idea de que la realidad no existe y no es más de lo que a cada uno de nosotros se le ocurre creer o se nos ocurre inventarnos. Podemos quedarnos con la definición más académica de Surrealismo como movimiento de arte de vanguardia, que nos cuestiona como individuos dentro de una realidad. Pero la metáfora va más allá de eso. Las imágenes ambiguas se contraponen, se posponen y se anteponen en este video de 424, es decir, es como un juego de dobles sentidos que no paran.
Sí, riqueza visual, riqueza audiovisual, buena foto, aplauso a la dirección de arte y a las cabezas detrás de eso, el director Marlon Villar, el productor ejecutivo Jose Andres Bolaños y todo su crew. Pero, sin la maravillosa pieza musical detrás de ello ese doble sin sentido que lo siente todo no sería nada. Melodía gris, juegos vocales, instrumentales y obviamente sintetizados son la mezcla perfecta de este licuado energizante para la vista y los oídos.
Breton nos dice sobre el surrealismo en su manifiesto: “sustantivo, masculino. Automatismo psíquico puro, por cuyo medio se intenta expresar, verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral.”
Así estos muchachos de 424 la hicieron grande y junta. Es decir, encontraron con un productor audiovisual que potenciara su pieza a altas claves de imagen, la selección de cuadros de Magritte en movimiento es basta y recoge en síntesis la trayectoria del pintor y unido a Al Hueco como tema, no nos puede dejar más que ese buen regusto de tarde gris y lluviosa. Es súper interesante ver como crece la escena musical en propuestas y cómo su alianza con el sector audiovisual nos regala cada vez productos más disfrutables y de mejor calidad.
Paola González Vargas adora cocinar Muffins, sembrar sus propias especias, y compartir su pasión a la música, el baile, y arte en general con su hijo todo el tiempo. Aparte de eso es profesora pasante de la escuela de arte escénico de la UNA, investigadora de problemas de la estética, estética relacional y filosofía del arte de manera independiente, y escribe artículos académicos desde que termino su Master de estudios Teatrales en la Universidad Autonoma de Barcelona. Su gato Felicidad les manda saludos a todos.