Hillegonda Rietveld ha sido Dj por más de 15 años y es una pionera de la música electrónica, al programar ritmos, bass lines, acordes y hooklines como uno de los miembros fundadores del grupo británico de música electrónica Quando Quango (junto con Mike Pickering y su hermano Reinier Rietveld) en los años 80’s. Su sonido sirvió de influencia para la escena underground en Nueva York y Chicago de la época.
Su experiencia tocando en clubes y festivales la ha llevado a comprender que es desde el otro lado, del lado del dancefloor, desde donde realmente se aprende sobre música electrónica.
Ella vivió noches de Reggae con vinilos, de fiestas de Acid House en bodegas abandonadas cerca de Manchester y de clubes en New York con los mejores sistemas de sonido. Para luego seguir, en los 90’s y tras la separación de Quando Quango, con su desarrollo académico y así investigar y publicar sobre la cultura electrónica.
Desde su experiencia como Dj, raver y profesora en la Escuela de Artes e Industrias Creativas de Londres, considera que actualmente los eventos más populares de música electrónica han dado mayor importancia a la figura del Dj y al espectáculo visual, dejando por un lado la experiencia del sonido.
¿Será realmente así?
Acá nos referimos a la escena under, no a aquellos eventos donde el espectáculo visual está enfocado en grandes escenarios con detalladas decoraciones, sino más bien de los eventos donde las experiencias colectivas y auditivas en el dancefloor son lo principal.
Al ritmo del bass
Hillegonda Rietveld cuenta que la revolución de la música disco en los años 60 provocó que en las pistas de baile, el sonido pasará de servir como simple acompañamiento a tener una función principal. El soundsystem se volvió cada vez más importante y la experiencia de audio más envolvente. Ahora con la música amplificada, los cuerpos vibraban.
Así fueron los primeros eventos de Techno y House: el sonido intensificado con el volumen alto de la música y la visión reducida en una profunda oscuridad. Se trataba de escuchar en lugar de ver.
Este es un elemento importante de la experiencia de baile, ya que puede que por este motivo, las personas que bailan dejen atrás su ser alienado, fundiéndose con el sonido y entregándose al beat.
[This is an important element in the dance experience, as it arguably enables the dancers to let go of an alienated sense of self, melting into the sound and submitting to the beat].”
Hillegonda Rietveld, 2013
Con la vibración del sonido atravesando el cuerpo y el sentido de la vista distorsionado, las personas se perdían en la música. Los límites entre el cuerpo y las ondas de sonido se borraban. En el dancefloor nadie se tocaba, pero quienes estaban ahí se sentían unidos por el mismo bajo.
Hillegonda considera que en el dancefloor, todas las personas estamos al mismo nivel, “no hay héroes ni jerarquías”, dice, estamos inmersos en el sonido. En este sentido, los más importante de un evento no es el espectáculo, sino ser parte de la experiencia.
En este caso, el Dj deja de ser una figura puesta por encima de las demás personas. Más bien, la persona en este puesto sería una guía, la facilitadora de un viaje, pues su función es la de establecer un diálogo entre el sistema de sonido, la música y las personas que están bailando.
La parte deep… ¿pasado, presente y futuro?
El investigador Timothy Scott Baker en su libro “Connecting technology, aesthetics, and a process philosophy of time“, considera que el universo está compuesto por una multiplicidad de eventos. Según él, estos eventos no suceden uno después del otro, sino que se mezclan, todos al mismo tiempo.
De ser así, en lugar de pensar que llegamos a un evento de música electrónica, bailamos y nos vamos, sería más correcto pensar que llegamos al evento, las demás personas llegan, el Dj pone música, mezcla, nosotros bailamos, las demás personas también bailan, se siente la música, es de madrugada y amanece, nos vamos, todas las personas se van, recordamos la fiesta… Realmente son un montón de eventos que están ocurriendo al mismo tiempo, mientras “estamos en el evento”.
“El evento” es resultado de otros eventos, es lo que propone Timothy Scott. No hay un evento que venga antes o después que el otro. ¡Todos están pasando al mismo tiempo!
No hay división entre el pasado, el presente y el futuro. Los tres momentos se encuentran en un mismo lugar… en nuestro caso, en el dancefloor.
Más allá del evento de música electrónica en sí, hay un conjunto de muchos eventos, que vienen de la mano del Dj que cambia, mezcla, quita y pone los tracks y de todas las personas que bailan a nuestro alrededor, conocidas y desconocidas. En el dancefloor también se encuentra la esencia de quienes producen las canciones. Según Hillegonda Rietveld, el Dj conecta al público con la idea de un productor, el creador de la canción que está poniendo a sonar.
Así vemos como incluso, personas que no están en el lugar, pueden ser parte del evento. Y canciones que fueron creadas en el pasado, son parte del presente cuando suenan a través de los amplificadores.
El sonido también es un evento que sucede dentro del evento. Es como una entidad más en el dancefloor, pero mucho más grande y poderosa. De hecho, pasa a través de nosotros. No solo retumba en nuestros oídos, sino que por la fuerza de los amplificadores podemos sentir su vibración en todo el cuerpo y nos ponemos a bailar como si se tratase de un hechizo.
Las ondas de sonido son las que nos mueven y el ritmo de la música el que nos da los pasos.
Tan importante es la música en el evento, que autores como Perry Cook, en su libro “Music Cognition and Computerized Sound” y Eric Clark en “Music, Space and Subjectivity”, consideran que podemos experimentar sensaciones que objetivamente, no están ocurriendo. Por ejemplo, la sensación de profundidad que tenemos cuando los bajos son muy pronunciados. ¿Les ha pasado? A muchos el sonido del bajo nos ha querido llevar hasta el suelo… #truestory.
Personas expertas en el tema dicen que los efectos que tiene el sonido amplificado en nuestro cuerpo, sumado a la reducción de la vista en los oscuros dancefloors, lleva a que las personas que bailan alcancen dimensiones del espacio totalmente fuera de los cotidiano. Son espacios en los que no somos uno, sino todos, una colectividad, que se mueve al mismo ritmo. En estos espacios las apariencias son lo de menos, lo que importa es la experiencia del sonido y sentir la música pasar por nuestros cuerpos.
Entonces… ¿Qué es un evento?
Filosóficamente hablando, los eventos son lugares en los que el pasado, el presente y el futuro suceden al mismo tiempo.
En el caso de los eventos de música electrónica, se trata de lugares en los que uno o varios Djs ponen tracks, creados en un momento del pasado (por productoras o productores) y los mezclan, generando un nuevo sonido. El sonido se proyecta a través de los amplificadores, de manera tal, que logra pasar no solo por nuestros oídos, sino que también a través de nuestro cuerpo.
Sentimos la música en los huesos y se nos eriza la piel. Las ondas de sonido son tan potentes que nos provocan el deseo de bailar. Bailamos y entonces ya no somos solo nosotros, sino que tenemos una multitud de gente siguiendo a la música.
Cientos de eventos sucediendo dentro del mismo evento: yo bailando, la persona que está a la par, la que está atrás, la que está adelante. Unas mueven las manos, otras la cabeza y otras todo el cuerpo. Todos somos un evento diferente y la vez, somos parte del mismo evento.
Los autores que hemos mencionado creen que esta contradicción de los eventos de música electrónica (en el que los participantes se experimentan siendo uno y parte de todo al mismo tiempo) permite alcanzar dimensiones que están fuera de la realidad de la vida cotidiana.
¿Qué hay del Dj? Cuanto más baila la gente, más motivación tendrá para hacer su arte. De esta manera, vemos que el evento sucede solo cuando todas las partes están ocurriendo, correctamente, al mismo tiempo.
El evento es un intercambio de energía, el productor de estudio puso la idea creativa en las canciones, el Dj reinterpreta la idea, la mezcla, y la reproduce; las ondas de sonido salen por los amplificadoras y nos ponen a bailar. Bailamos mientras el Dj hace su magia.
El evento somos todos, ocurriendo en perfecta sintonía.